viernes, 18 de junio de 2010

A 6 años de COCINA

Tengo una sensación extraña que de verdad me carcome el ego y me sumerje en esa sensación un poco arcaica y desagradable llamada rabia.

el 2003 tímidamente desarrollé un trabajo que denominé COCINA, un solo coreográfico instalado en una cocina, la escenografía emulaba este espacio común intentando volverlo extraño e insólito a través de la danza, tb utilizaba ciertos objetos como platos tazas cubiertos leche, tetéra.

esrtrené en el MAC en enero del 2004, curiosamente en las otras salas estaba el Teatro la María con la obra El Rufián de la Escalera que tenía como escenografía una gigantografía de una cocina, luego mis compañeras de escuela el Proyecto Lugar Secreto (Francisca Bórquez, Tamara González, Marcela Santa María y Paulina Vielma) instaladas en un living realizaban una obra de danza contmporánea:"con el propósito de abordar temas comunes a todas las mujeres jóvenes, sin intermediarios y buscando un lenguaje corporal sencillo en el que el público pueda reconocerse". Sin duda la cercanía de amistad con Marcela S. influyó en que las propuestas de trabajo fueran tan similares, pero creo que eran temas que yo investigaba desde mi examen de grado para acceder a la mención de coreografía. A pesar de que para obtener aquella mención tuve que hacer trabajos con el pie forzado de mi querido profesor Patricio Bunster intenté por todos los medios intruducir mi idea que la danza no está alejada de la realidad.
la coreografía Julieta y Romeo utilizaba teléfonos, Patio de luz una especie de cajón mortuorio, y en Sin Sobre Tras (que debía ser danza pura) se comía chicle. Yendo más atrás mi primer solo en la escuela: Vedar y Cercenar busqué la manera de inhabilitar mis extremidades, luego Mudez, cuarteto que relacionaba a los bailarines desde la diferencia usando arquetipos y el suspenso, luego hubo un trabajo anterior con Marcela Santa María y Tatiana Matínez que nunca concluyó donde buscamos trabajar con libros y con un ajedrez ... recuerdo que no fue muy aplaudido por la escuela por supuesto. Mi trabajo como bailarina en la compañía de Elizabeth Rodríguez durante mas o menos 8 años (en tres proyectos) puede dar fe que siempre mi acercamiento a las tareas que ella proponía eran instaladas en el espacio y con la necesidad impulsiva de utilizar objetos.

Todo lo anterior es una especie de Aclaración pues nadie me conoce lo suficiente imagino y sobre todo a pesar de que ahora existen grupos como CIM que registra y trabaja en la memoria de la danza ... mi trabajo aun no tiene una presencia que permita hablar de él .... es lógico y no busco eso pero me sorprende que a 6 años de cocina la danza chilena haya tendido a orientarse hacia mis investigaciones.

antes el cuerpo lo sostenía todo, los vestuarios eran abstractos ojalá solo ocupar colores y casi el mismo para todos los bailarines, el espacio vacío a lo mas una silla o mesa o la infaltable escalera de tijera.

Ahora veo Living Paradiso (Pala Sacur), Magnificar (Claudia Vicuña), compañeras de trabajo en la compañía de Elizabeth Rodríguez buscando desde ese lugar donde nunca las había visto.... y no dejan de sorprenderme las coincidencias y la poca memoria.

hace poco veo a Carla Romero, actriz que no conozco y en su trabajo íntimo que desarrolla junto a Pala Sacur, en una casa sigue esta línea y mi angustia es saber que cuando hice COCINA tuvieron que pasar 6 años para que me atreviera a hacer un trabajo nuevo pues me sentí cuestionada ... no recibí buenos comentarios de mis pares, ni siquiera ahora siento ser una influencia, sin embargo creo a ver dado un paso adelante silenciosamente que dio un vuelco a lo que ahora vemos en cartelera.

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