jueves, 29 de diciembre de 2011

La danza que busca nuestra identidad


Por Ana Carvajal
Es posible que este año Stgo. a Mil haya seleccionado la mayor cantidad de obras de danza en su historia, lo que además implicó un reconocimiento a una gran diversidad de propuestas, que van desde lo clásico a lo más experimental.
Es por ello que quisiera destacar tres obras que toman como referencia aspectos de la identidad nacional, pero desde un lenguaje tal que las vuelve creaciones muy contemporáneas y que evitan mirar hacia atrás de manera apesadumbrada o folclorizante. Estas obras son: la propuesta de danza callejera  Sabor Concedido de la Compañía Dama Brava, La más antigua de Pamela Quero y Festín del Colectivo Arte la Vitrina.
El espectáculo callejero de Sabor Concedido, dirigido por Angie Giaverini, nos muestra de manera muy original la realidad de mujeres organizadas para realizar ollas comunes y así obtener la alimentación para sus hijos y la población en general. La connoto de original, pues la referencia triste y dolorosa de la pobreza es revertida por una fiesta de olores y sabores que se conjugan en una danza que ofrece sencillez en su lectura, entregando imágenes que permiten al espectador seguir una historia, asunto que para un espectáculo callejero es muy adecuado, por la diversidad de público que enfrentará la obra.
La obra es muy alegre, apoyada por músicos en vivo que facilitan la frescura de la propuesta, además de vestuarios llamativos y accesorios que apoyan esa mirada festiva de la danza. Desde el comienzo, además, se vislumbra un cuidado por incluir en esta historia cotidiana de cocinar, momentos mágicos, que elevan a otra categoría la propuesta de creación, en este caso a través de la comida, significando ese acto como un verdadero milagro de la naturaleza.
Es una obra para todo espectador, muy cercana y creativa en su puesta en escena, que recuerda a los decorados de las micros antiguas o al folklore envuelto en una animita.
La directora de La más antigua, Pamela Quero, es una bailarina intensa que podemos recordar con facilidad por las variadas obras en que ha participado. Después de un tiempo silencioso abocado a la docencia e investigación, ella reaparece con este dúo que puede considerarse como un solo compartido, pues la necesidad de Pamela de hablar de la mujer creadora de vida la hace buscar una partner, varias generaciones menor: Paulina Escalona, elegida en una audición entre muchas otras candidatas.
La obra nos conecta de manera sensible con nuestros ancestros, en especial los femeninos. A través del canto y la palabra se nos acerca a una danza marcada por buscar referencias a lo “chileno”, de manera de construir artesanalmente una danza propia sin caer en clichés. Pamela indaga en el lenguaje escénico cuidando detalles como el vestuario (a cargo de Daniel Bagnara) y la composición musical (Francisco Campos), reformulando un discurso que podría acercarse a lo folklórico, en una  propuesta poética con música y sonido que sale desde la escena.
Hay un trabajo conducido hacia la emoción, logrando que el espectador recuerde a sus viejos, sus antiguos, en una sociedad donde los valores son los contrarios: la juventud, la vitalidad y lo nuevo. La imagen audiovisual de la más antigua es reveladora de un cuerpo enjuto, sabio y acogedor que enternece. Ver a Pamela bailar cueca es simplemente delicioso, por su fuerza, experiencia y entrega.
Después de cada función, Pamela establece un diálogo directo con su público, en el cual pareciera que los hechiza por un rato con el poder femenino.
El connotado colectivo de arte La Vitrina nos presenta Festín, después de obras taciturnas como Carne de Cañón y Guerra, estos artistas nos sorprenden con un espectáculo lleno de humor y frescura en el marco de la fiesta, sin abandonar su mirada crítica y de izquierda de la sociedad en donde nos desenvolvemos. Pareciera que hubiesen invertido los procesos de composición habituales, otorgándole a la música el valor crucial de este festejo.
Esta obra fue estrenada en medio de la conmemoración del Bicentenario de nuestro país, reflexionando a través de una fiesta muy latinoamericana, que no hay mucho más que celebrar que el placer de la celebración, pues ¿no es acaso lo que más nos identifica?
Los bailarines se mezclan con los músicos creando su propia banda (Terroristas del Ritmo ex Sonora de Bailar), con música compuesta por Francisco Campos. De esta manera, los espectadores de la obra pueden sentirse público de un recital común.
“La tocata” alegre esta cruzada por una danza testimonial apoyada por videos de gente común. Nos resuena la mezcla de discursos clásicos, como los de Allende, en nuestra memoria de país lleno de contradicciones, injusticias y diferencias sociales. Como cura, nos sentimos invitados a bailar y reflexionar sobre nuestra historia.

La más antigua
Miércoles 4 a Martes 10 de Enero de 2012, 22.00 hrs.
Centro GAM, sala N1
Sabor Concedido
Espectáculo de calle gratuito
7 de Enero de 2012, Pedro Aguirre Cerda, 21.00 hrs.
10 de Enero de 2012, Lo Prado, 21.00 hrs.
19 de Enero de 2012, Quilicura, 21.00 hrs
22 de Enero de 2012, Puente Alto, 21.00 hrs.
Festín
Lunes 17 a Sábado 22 de Enero de 2012, 21.00 hrs.

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Sala La Vitrina


texto para la plataforma digital www.danzacontemporanea.cl proyecto de Paula Moraga.

Danza Emergente en Santiago a Mil.

Por Ana Carvajal

Santiago a Mil comienza el 3 de Enero de 2012, por lo que ahora es un buen momento para revisar la programación de danza nacional seleccionada para este Festival.
Comenzaré destacando el riesgo de las dos obras de la categoría emergente. Estas obras son Un solo” de Bárbara Pinto y “H” de Carla Bolgeri. Ambas tienen en común la preponderancia de la iluminación, la simpleza en los movimientos y un uso del tiempo distendido y denso en sus propuestas escénicas.
En “Un solo”, Bárbara Pinto investiga junto a la intérprete Constanza Fernández, el ser y estar en escena. De esta manera nos enfrentamos a la tranquilidad de una mujer que no necesita más que a ella misma para estar en escena, pero que irá construyendo, a través del dibujo de la silueta de su sombra, un espacio de referencias que nos hace creer que deja de estar sola, estableciendo una relación con el reflejo de sí misma. Los dibujos son trazos en carboncillo que evidencian el paso y trayectoria de su cuerpo en el espacio.
Cómo Constanza dibuja va generando una danza precisa y cautivante, además de comenzar a establecer un mapa que comienza a resaltar visualmente en el espacio, pues ella no da nunca el frente hacia el público y sus siluetas nos proporcionan la información del frente que no tenemos acceso, entregándonos un lugar para lo oculto. Esta obra es una reflexión en cuerpo, muy pulcra en ejecución, que nos envuelve en la no representación y nos sorprende por lo radical de una obra emergente que no busca la relación expuesta al público, sino más bien lo sitúa, lo seduce y -sobre todo- le entrega soledad a través de la oscuridad total. Todos comenzamos a sentir que también estamos solos al ver la obra, pero sin angustia, sino más bien encontrándonos con una simpleza profunda a la cual no siempre tenemos acceso en el día a día.
En “H”, Carla Bolgeri dirige a Catalina González y María Jesús Pavez en una joven compañía homónima a su obra, que comenzó su investigación en el seminario de composición coreográfica del Centro de Investigación y Estudios Coreográficos (CIEC). Estas intérpretes ofrecen una dimensión secreta, un espacio misterioso, que se va develando poco a poco a través de la iluminación, pero que siempre deja lugares ocultos por la oscuridad. Pareciera que las intérpretes estuvieran en espacios paralelos, lugares devastados y austeros que no las dejan comunicarse.
Da la sensación de una post guerra que -más que anecdótica- se revela en cuerpos perdidos sin batalla. Hay una trinchera, que hace al público estar del lado enemigo, sin embargo, no lo atacan, ni agreden. Solo lo distancian y lo observan como pidiendo respuestas de la dificultad en que se deben desenvolver, pues sus cuerpos, a pesar de proponer mínimamente a través del movimiento, parecieran teñidos de contradicciones.
Otro espacio delimitado escenográficamente es una caja de luz que contiene una de las intérpretes. Esta caja tiene movilidad y nos hace cuestionarnos la noción de distancia, al trasladarse en la oscuridad. Pero sin duda el eje en donde se desarrolla la obra es la luz y la oscuridad, cuestionando ¿cuál es el cuerpo real? el iluminado, el que se sugiere en la sombra o el que no vemos y solo escuchamos haciendo la analogía con la letra H, la letra muda.
En esta compañía está la participación de un director de arte: Alejandro Leonhardt, artista visual, asunto que impregna una nueva visualidad escénica menos teatral y más cercana a las instalaciones plásticas, lo que también me hace vincularla con “Un solo”.
Recomiendo estas dos obras, pues ponen en discusión la danza, valorando el cuerpo en escena con propuestas mínimas y profundas.
H
Miércoles 4 a Sábado 7 de Enero de 2012, 21.00 hrs. Domingo 8 de Enero 20 hrs.
Teatro UC, Sala 2

Un Solo
Martes 17 a Domingo 22 de Enero de 2012, 19.00 hrs.
Centro GAM, Sala N2
texto para la plataforma digital www.danzacontemporanea.cl proyecto de Paula Moraga 
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El sabor de la experiencia


 Por Ana Carvajal

Dos destacados coreógrafos estarán en cartelera en Stgo. a Mil, con trabajos elegantes y de relevante calidad técnica en las interpretaciones, me refiero a Lo que puede un cuerpo” de Claudia Vicuña y Loop.3” de José Luis Vidal. Se trata entonces, de obras de creadores más maduros, que muestran lo decantado de sus trayectorias.

Lo que puede un cuerpo, obra recientemente premiada como mejor montaje de danza, por el Círculo de Críticos de Arte, es un solo donde Claudia Vicuña se reencuentra con la autoría en solitario después de 10 años en que realizó Ciudades Invisibles (en el intertanto compartió la creación con Alejandro Cáceres).  Este reencuentro implica una revisión corporal de su trabajo como bailarina y coreógrafa, visitando su biografía corporal y entrelazando sus vivencias personales, a través de una danza y un registro audiovisual que evita lo explícito.

Claudia Vicuña es una intérprete que destaca por su extrañeza y dulzura, y en su nueva obra vemos un cuerpo frágil y articulado, con la memoria alojada en los huesos, transitando en un espacio limitado por la luz. En la medida en que la obra transcurre, Claudia va significando el espacio vacío a través del los movimientos de su cuerpo, que muchas veces parecen imposibles y en otras parecen de un cuerpo vulnerable y desolado.

Esta ambivalencia entre extrañeza y dulzura está reforzada por un video que acerca detalles de su cuerpo. Realizado por José Luis Torres Leiva (destacado cineasta: “El cielo, la tierra y la lluvia” entre otras), lo audiovisual nos permite descubrir que la presencia enérgica de esta bailarina con gran trayectoria, tiene más matices de lo que vemos a simple vista en escena. Otro aporte fundamental es la música de Carlos Cabezas (Electrodomésticos), pues apoya el trabajo de Claudia y se comunica con su cuerpo, sin sobrepasarla. Es quizás la última escena de la obra donde mejor se percibe la relación cercana de estos dos discursos escénicos.

Lo que puede un cuerpo conmueve también por la puesta en escena con recursos, tanto escénicos como coreográficos, que se desplazan hacia la poética. Sin embargo, se extraña en la obra un mayor riesgo de Claudia como bailarina, pues mantiene un registro que, por muy asombroso que sea, en ella, ya no tiene gran novedad. Otro aspecto que requiere de mayor desarrollo es la generación de claves que permitan al público entrar en la reflexión biográfica de Claudia, pues muchas veces esos puntos son asumidos como tácitos, sin que en verdad estén presentes en escena.

La recreación de Loop con bailarines chilenos (de una obra estrenada con intérpretes europeos en Londres), hoy nuevamente se modifica, pues hay cambios en su elenco, asunto que impregnará diferencias en la puesta en escena (por eso es Loop.3). Esto, dada la importancia que en esta obra tiene el movimiento orgánico que cada bailarín desarrolla en el contacto con otros.

Es que Loop.3 se sostiene en una estructura dada por el ritmo de una masa que pareciera destinada a ir al unísono como una manada animal que respira y se nutre de la transpiración de los otros, transitando en el espacio que se vuelve circular y gregario, el que invita al público a recorrer con libertad como si presenciáramos una pieza de museo móvil. Así, cada frente nos entrega una dimensión diferente de un mismo movimiento.

Este trabajo se ha presentado en 2 temporadas en el Centro GAM, una temporada en el Teatro el Puente y funciones en el Festival Días de Danza, entre otras.  Ahora vuelven a la cartelera con un espectáculo que da cuenta del valor del cuerpo expuesto a dificultades técnicas: 10 bailarines en complejas secuencias rítmicas, entre quienes destacan Paula Sacur, Francisca Sazie y José Olavarría, quienes son intérpretes maduros que entregan un espesor mayor a la propuesta colectiva.

José Luis tiene un trabajo sostenido y reflexivo desde 1995, con obras que nos ofrecen cuerpos exigidos al máximo, sin perder la noción de pausa, con imágenes cuidadas y elaboradas con claridad entregando matices y no solo virtuosismo. Desde “Pichanga” (2002), su última obra presentada en Chile antes de Loop, vemos algunas variaciones en su discurso coreográfico. Hoy, se ofrece en su propuesta una danza más relacionada con la geometría y el ritmo, que busca precisión y regularidad en el espacio y tiempo. Esto representa de algún modo, volver a conceptos asociados a una danza más conservadora, en relación a la experimentación de este mismo coreógrafo, quien anteriormente exploró lenguajes más teatrales y otorgó mayor espacio a la creación coreográfica de sus intérpretes.

Probablemente el giro del coreógrafo se explique por su experiencia en Inglaterra, donde existe una valoración distinta de los elementos que componen una propuesta, lo que la hace más analítica y –pese a los flujos- mecánica, por lo que tal vez no complazca del todo al público chileno. En todo caso, entre el antes y el ahora, sobrevive una apuesta por la alegría y el placer de bailar.

Lo que puede un cuerpo
Miércoles 4 a Lunes 9 de Enero de 2012 a las 20.00 hrs.
Centro GAM Sala B1

Loop.3
Viernes 13 a Miércoles 18 de Enero de 2012 a las 20.00 hrs.
Centro GAM Sala B1

texto para la plataforma digital www.danzacontemporanea.cl proyecto de Paula Moraga.

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