Por Ana
Carvajal
Santiago a Mil comienza el 3 de Enero de 2012,
por lo que ahora es un buen momento para revisar la programación de danza
nacional seleccionada para este Festival.
Comenzaré destacando el riesgo de las dos obras
de la categoría emergente. Estas obras son “Un solo” de Bárbara Pinto y “H”
de Carla Bolgeri. Ambas tienen en común la preponderancia de la iluminación, la
simpleza en los movimientos y un uso del tiempo distendido y denso en sus
propuestas escénicas.
En “Un solo”, Bárbara Pinto investiga junto a
la intérprete Constanza Fernández, el ser y estar en escena. De esta manera nos
enfrentamos a la tranquilidad de una mujer que no necesita más que a ella misma
para estar en escena, pero que irá construyendo, a través del dibujo de la
silueta de su sombra, un espacio de referencias que nos hace creer que deja de
estar sola, estableciendo una relación con el reflejo de sí misma. Los dibujos
son trazos en carboncillo que evidencian el paso y trayectoria de su cuerpo en
el espacio.
Cómo Constanza dibuja va generando una danza
precisa y cautivante, además de comenzar a establecer un mapa que comienza a
resaltar visualmente en el espacio, pues ella no da nunca el frente hacia el público
y sus siluetas nos proporcionan la información del frente que no tenemos
acceso, entregándonos un lugar para lo oculto. Esta obra es una reflexión en
cuerpo, muy pulcra en ejecución, que nos envuelve en la no representación y nos
sorprende por lo radical de una obra emergente que no busca la relación expuesta
al público, sino más bien lo sitúa, lo seduce y -sobre todo- le entrega soledad
a través de la oscuridad total. Todos comenzamos a sentir que también estamos
solos al ver la obra, pero sin angustia, sino más bien encontrándonos con una
simpleza profunda a la cual no siempre tenemos acceso en el día a día.
En “H”, Carla Bolgeri dirige a Catalina
González y María Jesús Pavez en una joven compañía homónima a su obra, que comenzó
su investigación en el seminario de composición coreográfica del Centro de Investigación y Estudios
Coreográficos (CIEC). Estas intérpretes ofrecen una dimensión secreta, un espacio misterioso,
que se va develando poco a poco a través de la iluminación, pero que siempre
deja lugares ocultos por la oscuridad. Pareciera que las intérpretes estuvieran
en espacios paralelos, lugares devastados y austeros que no las dejan
comunicarse.
Da la sensación de una post guerra que -más que
anecdótica- se revela en cuerpos perdidos sin batalla. Hay una trinchera, que
hace al público estar del lado enemigo, sin embargo, no lo atacan, ni agreden.
Solo lo distancian y lo observan como pidiendo respuestas de la dificultad en
que se deben desenvolver, pues sus cuerpos, a pesar de proponer mínimamente a
través del movimiento, parecieran teñidos de contradicciones.
Otro espacio delimitado escenográficamente es una
caja de luz que contiene una de las intérpretes. Esta caja tiene movilidad y
nos hace cuestionarnos la noción de distancia, al trasladarse en la oscuridad.
Pero sin duda el eje en donde se desarrolla la obra es la luz y la oscuridad, cuestionando
¿cuál es el cuerpo real? el iluminado, el que se sugiere en la sombra o el que
no vemos y solo escuchamos haciendo la analogía con la letra H, la letra muda.
En esta compañía está la participación de un director
de arte: Alejandro Leonhardt, artista visual, asunto que impregna una nueva
visualidad escénica menos teatral y más cercana a las instalaciones plásticas, lo
que también me hace vincularla con “Un solo”.
Recomiendo estas dos obras, pues ponen en
discusión la danza, valorando el cuerpo en escena con propuestas mínimas y
profundas.
H
Miércoles 4
a Sábado 7 de Enero de 2012, 21.00 hrs. Domingo 8 de Enero 20 hrs.
Teatro UC,
Sala 2
Un Solo
Martes 17 a
Domingo 22 de Enero de 2012, 19.00 hrs.
Centro GAM,
Sala N2
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